La alfalfa seca es el forraje deshidratado tras el corte y oreado en campo, almacenado en pacas o rollos. Durante décadas ha sido la base del forraje en muchas unidades de producción por su disponibilidad, costo inicial bajo y aporte de fibra.
Sin embargo, presenta limitaciones logísticas y nutricionales:
Los pellets de alfalfa ofrecen una versión comprimida, homogénea y estable del forraje, con beneficios directos:
Este formato es ideal en sistemas intensivos, programas técnicos de engorda, estabulación o granjas con limitaciones logísticas.
Depende de varios factores:
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Criterio |
Alfalfa seca |
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Espacio de almacenamiento |
Requiere mucho espacio |
Menor volumen, mayor densidad energética |
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Mano de obra y manejo diario |
Mayor manipulación manual |
Rápida distribución y automatizable |
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Consistencia nutricional |
Alta variabilidad entre lotes |
Estabilidad por lote y año |
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Objetivo productivo |
Mantenimiento, uso extensivo |
Producción intensiva, dietas técnicas |
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Control de higiene |
Riesgo de polvo y contaminación |
Producto seco, limpio y sanitariamente más seguro |
La alfalfa en pellets es especialmente útil para:
La alfalfa seca sigue teniendo su lugar en sistemas tradicionales o extensivos. Pero si tu operación requiere eficiencia, nutrición estable y ahorro logístico, los pellets de alfalfa son una herramienta poderosa. La alfalfa peletizada no reemplaza lo natural, sino que lo optimiza. Escoge según tus necesidades y objetivos, y apuesta por una gestión más rentable y técnica.
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